esos son los años que hace que no iba al pueblo de mis abuelos paternos
lugar de vacaciones de mi niñez,
de aquellas VACACIONES EN EL PUEBLO,
aquellas que no se olvidan y que están llenas de historias que sí se recuerdan
pero primero vamos de ruta
primera parada, Tordesillas,
lugar de encierro de la pobre Juana la Loca, que vivió sus días viendo el Duero,
en éste torreón,
debía ser la reina del patchwork y el bordado... pobre
esta escultura es preciosa y está delante del torreón
simboliza la cárcel , tanto física como mental, en la que estaba
y de la que no podía salir
el color de la madera era espectacular y
me pareció leer que era de un pino de la misma edad de Juana
casi al lado de la misma, el mesón Valderrey,
en el que un buen plato de lechazo o cochinillo al horno acompañado de un buen vino de la ribera de Duero
hacen las delicias de cualquiera
después,
parada obligada en la tienda de Ana,
galletas y pastas, amarguillos y feos, pelusas y
las rosquilas de palo,
meriendas de muchas tardes
y que hacían una bola en la boca porque son muy secas...
pero luego un buen trago de agua y se acababa el problema
y qué decir del pan...
de los mejores, se come solo, no hace falta aderezo, pero claro
con un buen queso de oveja...
buenísimo
y cuando se seca, frito y para desayunar, porque apenas absorve aceite
y está delicioso
forma parte de mis recuerdos de sabores de las vacaciones
segunda parada:
Rueda,
cuna de vino verdejo, uno de mis favoritos,
después de dar una vuelta
vamos a las bodegas palacio de bornos
¡¡¡¡ese vino es espectacular!!!
tenían una cafetería y tienda muy chula
simulaba una prensa de vino
y allí aprovechamos para comprar vino, garbanzos y alguna otra cosa
en esas cestas, que yo las sitúo más hacia tierras de León y Asturias
bajo la atenta mirada de este morlaco
tercera parada:
Medina del Campo
con su imponente castillo, el castillo de la Mota,
hecho de millones de ladrillos, con su torre espectacular y majestuosa
pasado el foso, nada más entrar, Miquel ya se sentía caballero
el torreón destaca en el cielo de la tarde castellana
que con el tiempo que estamos teniendo tiene un tono como de verano aún
aberturas en las murallas para acechar al enemigo
y piedras que volaron en catapultas
dentro, la capilla con una puerta inmensa
y por fin, punto de destino
Mota del Marqués
su iglesia, la del Salvador, del s. XVIque permanece así desde que tengo uso de razón
y el símbolo del pueblo
el castillo, del sX , torreón semiderruído,
punto de excursiones con los amigos, de meriendas muy planeadas,
de ver las lágrimas de San Lorenzo,
de subidas y bajadas...
y cuando llegas arriba
la vista es la de la iglesia de San Martín, del s.XVI, al lado de la casa de mis abuelos,
la casa que recuerdo con más cariño, porque jugué con todos mis primos y desde pequeña
pasé veranos con mi abuela Manolita
( "abuela vamos a recoger los huevos de las gallinas", le decía yo con tres años y mientras ella me bañaba me decía que aún no había cantado el gallo...que teníamos que esperar)
y mi abuelo Evelio
( abuelo, llévame a ver los títeres !!! y él me llavaba a hombros)
todas esas piedras, construyen el puzzle de mis recuerdos de niña,
de tardes con primos y tíos, con amigos,
en las fiestas del pueblo, con las peñas,
con Rebeca, amiga que aún conservo y que ha sido uno de los motivos de este viaje,
el vernos después de tanto...
de tardes de no hacer nada,
de encierros de toros, de encierros por el campo, a caballo,
de subir en una reja para ver pasar las vacas por debajo
recuerdos que me niego a olvidar y que transmito a mis hijos
para que sepan cosas de sus bisabuelos
de su madre cuando tenía las mismas edades que ellos
para que aprendan a disfrutar de veranos interminables
el alojamiento,
en un apartamento rural, la propietaria, Marina, un encanto...
con un par de detalles que me hicieron gracia
una puerta antigua que hacía de puerta de un armario
y la colcha de patch con retales de tela de tapicería
me pareció muy adecuada al entorno
y , como colofón, os enseño mi última labor
un chal de ganchillo con la lana de algodón de tapicería
el marco escogido es la casa de mi bisabuelo
en la que pasé las vacaciones de mis tiempos de BUP hasta la Facultad
( qué tardes de estudiar Anatomía de primero de carrera para septiembre...)
es la puerta de la trasera,
siempre ha estado pintada en verde y ahora muestra los estragos del tiempo
a mí me gusta esa textura, desgastada y cargada de carácter, como era mi bisabuelo, Manolo...
y qué mejor marco para el chal que me ha llevado casi todo el verano hacer
las paredes de ladrillo en las que están las anillas
que se usaban para sujetar a los caballos
la usé para poder extenderlo y que se apreciara bien el acabado
de todo el alrededor
eso es todo...contenta una vez más de que me acompañéis
en la próxima entrada os enseñaré el motivo de este viaje fugaz de dos días
un beso a todas
Muchas gracias María por la visita y las fotos del chal de ganchillo (en breve, tengo uno igual...). Es increíble lo que hace el corazón que no puede deshacer la distancia....
ResponderEliminarGracias por tu generosidad al compartir tantas vivencias. Un paseo maravilloso por tu historia y por la de una parte de nuestro país.
ResponderEliminarY el chal... perfecto y bonito. Qué mas se puede pedir?????
Guau !!! que sitio mas bonito !! el chal esta genial !!
ResponderEliminarun besiko
Cuantas cosas habrás revivido en esos dos días María, sentimientos de alegría y añoranza se habrán unido seguro. Son unas fotos preciosas y unos parajes que aún tengo por conocer pero que están apuntados en mi mapa turísitico para visitar.
ResponderEliminarEl chal una monería que te ha dado tiempo de terminar justo para cuando empieza a refrescar.
Un besito.
Que maravilla poder pasear por los sitios de tu niñez e ir recordando los felices años pasados por esas tierras. Las fotos son preciosas.
ResponderEliminarY el chal te ha quedado estupendo.
Un beso muy fuerte.
Qué bonito paseo, precioso reportaje fotográfico, el chal también precioso. Un beso grande
ResponderEliminarUna entrada entañable, llena de sentimiento, de buenos recuerdos, paisajes preciosos, llenos de historia y con una transmisión de sentimientos a los tuyos, a tus hijos que sabrán conservar y volver a contar a sus hijos... eso es historia llena de cariño.
ResponderEliminarBesos.
¡Que entrada más bonita, María!!!!
ResponderEliminarEstos viajes en los que los recuerdos son los protagonistas son muy especiales. Precioso reportaje y precioso chal.
Vuelvo a pasear por aquí, Me voy a ver tus publicaciones pero antes tenía muchas ganas de decirte que mi hijo mayor sigue tus pasos, está estudiando veterinaria y alguna vez me ha oido hablar de tí como "una amiga bloguera que me ayudó con una duda cuando Kiara tuvo a sus cachorros".
Un beso grandote.
Tienes un detallito en mi blog, solete. Besos
ResponderEliminarUnas fotos preciosas !!!!
ResponderEliminarQue detalles !!!
Qué fotos más bonitas!! Muchas gracias por compartirlas con nosotras! Cómo me gustan los pueblos castellanos, me has hecho pensar en mi pueblo ;-) Un beso!
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